Hace escasas semanas, diarios como el Huffington Post, el New York Times , el Angeles Times o el británico Daily Mail se hacían eco de la decisión de la Justicia de Georgia en EE.UU., de no presentar cargos contra un hombre que asesino a un enfermo de alzhéimer al confundirlo con un ladrón.
El anciano Ronald Westbrook de 72 años y enfermo de alzhéimer había abandonado su casa y después de vagar varias hora en mitad de la noche, se aproximó al azar a la casa de la novia de Joe Hendrix, llamando a su puerta varias veces. La mujer, asustada, llamó a la policía, mientras su novio cogía su pistola, saliendo a la calle para enfrentarse al supuesto asaltante, disparándole cuatro tiros, alegando después que el anciano había ignorado sus ordenes de que se identificara y levantara las manos.
El abogado de Hendrix, defendió que su cliente, un veterano de la guerra de Irak, que en 2012 fue portavoz del candidato republicano para el Congreso de Tennessee, había actuado así ante un temor justificado.
En el Estado de Georgia, la Ley Autodefensa permite que alguien utilice la fuerza letal si se siente amenazado.
Mientras, Deanne, la viuda de Westbrook, admitía no estar muy versada en los matices de la ley, pero no comprendía cómo su marido podría ser visto como una amenaza.
"El culpable de la muerte de mi marido salió de la casa con una pistola en la mano, con la intención de disparar", dijo. "Nadie puede hacer eso porque alguien está en su patio. Mi marido era un hombre inocente. Tenía alzhéimer. Creo que, tan solo, estaba buscando ayuda".