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miércoles, 21 de agosto de 2013

Un ejemplo a seguir

La Oficina de Defensa del Anciano en Gijón emitió ayer un comunicado de prensa en el que exige que los servicios de Sanidad pública se hagan cargo de las personas que sufren alzhéimer. "No se puede tolerar la estafa masiva de que las residencias de ancianos hayan mutado en una suerte de hospitales clandestinos", señala el portavoz de la Oficina, Marcelino Laruelo Roa.
El comunicado surge pocos días de producirse el  trágico suceso registrado en el municipio asturiano de Castrillón, donde una  enferma de alzheimer de 83 años fue asesinada por su marido, de 86 años. El hombre, tras matarla, se suicidó lanzándose desde la azotea del edificio en el que residían.
En su escrito, el portavoz de la Oficina recuerda la historia del escritor austriaco Stephan Zweig, quien se suicidó junto con su mujer porque "les pareció que era demasiado sufrimiento".
Laruelo Roa relata lo terrible de la enfermedad, en la que la sufren "empiezan arrancándose los botones de la ropa y acaban arrancándose sus propios dientes, hacen sus necesidades por sí, se resisten a comer y beber, y pueden pasarse la noche dando gritos y arañando las paredes".
Por eso, ha considerado que un país como España, que "mantiene tropas en lugares remotos de Asia y deportistas de élite", no puede permitir que los ancianos enfermos de alzhéimer se vean sometidos a sufrir una "discriminación sanitaria", en lo que supone un "maltrato y saqueo de sus pensiones y ahorros".
"Una persona de ochenta y seis años está para que le cuiden,máxime en un país con seis millones de parados y toda la juventud sin empleo", asegura el autor del comunicado en el que califica de "obtusos" a los que ven en el suceso de Castrillón un acto de violencia machista.
"Si algo hay que condenar es la violencia burocrática y la necedad de los gobernantes que aboca a los ancianos, y no sólo a los ancianos, a tomar decisiones dramáticas e irreparables. Porque tan alto grado de desesperación no es sino una  muestra del sistema y sociedad inhumanas que desde el poder tratan de imponernos", concluye el escrito.

lunes, 29 de abril de 2013

Un poco más de libertad

EP Social  
Lunes, 29 de abril 2013

Residencias españolas erradican las sujeciones físicas para los ancianos.

Un total de 25 residencias españolas se han adherido desde 2010 al proyecto de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) 'Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer' que cumple su X aniversario y que tiene como objetivo conseguir la erradicación del uso de sujeciones físicas y farmacológicas en los centros residenciales.    Así, esta lista de 25 centros de toda España --que se puede consultar en la página 'http://ceoma.org/es/'--, han recibido la 'acreditación' de CEOMA para entrar en el 'Registro de Centros Libres de Sujeciones' ya que son centros en los que no se utiliza ningún tipo de sujeción física, que limite la libertad de movimientos de una persona, su actividad física o el normal acceso a cualquier parte de su cuerpo, con cualquier método externo aplicado sobre ella, o adyacente a ella, del que no puede liberarse con facilidad.
Entre los dispositivos de sujeción más habituales, según indica CEOMA, se encuentran los cinturones de cama, los cinturones pélvicos para sillas, los arneses de pecho o petos para sillas, las muñequeras, las sabanas "fantasmas", monos y manoplas.
Según la confederación, una de las características que adquieren los Centros Libres de Sujeciones es la confianza que ofrecen a sus usuarios, lo cual "mejora la percepción de seguridad legal de los profesionales, que son más capaces de tomar decisiones favorables para la persona mayor".
El proceso para lograr ser un centro libre de sujeciones es hacer un buen diagnóstico de partida y diseñar una estrategia a la medida, que será diferente para cada centro, según su realidad inicial. CEOMA asegura que solo los centros que se han posicionado en una "tolerancia cero" y que han recibido "un inequívoco apoyo de los líderes de la organización" han logrado convertirse en centros libres de sujeciones.