El objetivo de este estudio, que la Fundación Pasqual Maragall, con el apoyo de la Obra Social La Caixa, inició hace poco más de un año en las instalaciones del Hospital del Mar de Barcelona, es conocer mejor los factores ambientales, genéticos y de hábitos de vida que tienen lugar antes del inicio de la enfermedad de Alzheimer, para poder diseñar intervenciones con el objetivo de prevenir o retardar su aparición.
Para ello, se cuenta con la participación de más de 2.000 voluntarios de 45 a 65 años y unos 300 de 65 a 75 sin alteraciones significativas de memoria, la mayoría de los cuales son hijos o hijas de personas que han sido diagnosticadas de esta enfermedad. La Obra Social de la Caixa ha destinado al estudio Alfa 3,7 millones de euros.
Según Nina Gramunt, neuropsicóloga e investigadora principal de la primera fase denominada Estudio transversal para la caracterización cognitiva de una población como diana para la detección precoz del alzhéimer, la investigación pretende estudiar la influencia de las diferentes características clínicas, sociodemograficas y genéricas de cada uno de los participantes en los resultados de una serie de pruebas de memoria y otras funciones cognitivas como atención, razonamiento, visión espacial, etc. con una periodicidad de unos tres años.
Ademas, a los voluntarios se les realiza una pequeña extracción sanguínea para conocer el material genético necesario para el estudio de factores genéticos, como es el ApoE, relacionados con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. En algunos casos se solicita la realización voluntaria de una resonancia magnética o una punción lumbar para comprobar los posibles cambios estructurales en el cerebro o la presencia de beta-amiloide cerebral a partir de una muestra de liquido cefaloraquídeo. Estos cambios, frecuentemente, se producen en los pacientes mucho antes de la aparición de las diversas manifestaciones clínicas típicas del alzhéimer. Por ello, este estudio tiene como principal objetivo conocer con exactitud qué sucede previamente a la manifestación de los síntomas para poder intervenir antes de que la enfermedad se convierta en inabordable.