Ya en el 2000, año en el que realicé una tesina sobre la presencia del alzhéimer en varios diarios de información general, dentro de un master sobre Técnicas de Comunicación en Servicios Sociales, pude comprobar que no siempre la enfermedad de Alzheimer es tratada por la prensa escrita con la precisión y rigor científico que sería deseable.
Años más tarde, y bajo la dirección del doctor Rafael Llano Sánchez, profesor de Información Periodística Especializada de la UCM, emprendí el reto de realizar una investigación mucho más profunda sobre el tratamiento informativo de esta enfermedad en diferentes diarios españoles, con la que finalmente obtuve el título de Doctora.
Gracias a este trabajo, de nuevo comprobé que los diarios españoles de mayor tirada daban a conocer supuestos avances en la investigación de la enfermedad generando falsas expectativas en los enfermos y en sus familiares. El propio medio no solo no sometía la noticia inicial a un posterior desarrollo, sino que, en algunos casos, ni siquiera señalaba la fuente ni profundizaba en el origen de la noticia.
Así, en ocasiones el lector podía leer sobre los beneficios de la cerveza o la nicotina para paliar un posible avance de esta enfermedad neurodegenerativa, otras señalaban una extraña vinculación con el herpes; también, aun siendo demostrada su ineficacia, se presentaba la planta Ginkgo Biloba como preventiva del alzhéimer. Llegándose a asegurar en algún diario de gran difusión, que a través de un sencillo test genético se puede detectar si en un futuro padeceremos la enfermedad.
Aunque no he ejercido mi profesión durante muchos años, mi especialización en información sanitaria me ha permitido comprobar con demasiada frecuencia que lo que los expertos consideraban que debía ser una buena y fiable información sobre cualquier enfermedad, casi nunca se plasmaba en la prensa cuando se trataba del alzhéimer.
Pretendo también ofrecer algunos textos de elaboración propia que confío sirvan para dar a conocer aspectos de la enfermedad que, desgraciadamente, no suelen ser tratados por los medios impresos.
Por otra parte, la información periodística que pretendo utilizar no solo va a ser aquella que nos ofrecen los diarios de habla hispana sino que también es mi objetivo realizar en la Red una búsqueda de textos que puedan ser de utilidad real para enfermos y familiares.
Intentaré ofrecer una información veraz, rigurosa y contrastada que contribuya a aliviar, aunque sea en muy pequeña medida, el sufrimiento, no solo el de los enfermos de alzhéimer, sino también el de todos aquellos que les rodean.
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