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miércoles, 22 de octubre de 2014

A mayor riqueza de vocabulario menor manifestación del alzhéimer


Según una investigación realizada por un equipo de de psicólogos de la Universidad gallega de Santiago de Compostela y publicada en el último número de la revista Anales de Psicología  aquellas personas que tienen una mayor capacidad en el manejo de las palabras tienen una menor probabilidad de que se les manifieste el deterioro cognitivo.
A esta conclusión han  llegado los psicólogos  después de estudiar y realizar el seguimiento a 326 personas mayores de 50 años, de las que 104 presentaban un deterioro cognitivo ligero. Los científicos recopilaron datos sobre sus años de escolarización, complejidad de sus trabajos, hábitos de lectura y riqueza de vocabulario. Luego fueron sometidos a distintas pruebas. 

Para Cristina Lojo Seoane, autora principal del estudio e integrante del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la USC, el trabajo demuestra  que un buen nivel de vocabulario parece contribuir más que los años de escolarización. De modo  que el uso de un vocabulario complejo y variado aumenta la reserva cognitiva, lo que, a su vez, protege al cerebro frente a distintas formas de deterioro y de alzhéimer.

Pero se baraja también  la teoría de que en las personas con una mayor riqueza de lenguaje se puede acabar manifestando un posible alzhéimer aunque se retrase su aparición  y que cuando surge lo hace de una forma mucho más acelerada. «Es como si al cerebro no le quedaran más recursos para compensar las zonas dañadas y el deterioro es mucho más brusco», apunta Lojo Seoane.De modo que un nivel cultural alto o una gran riqueza de vocabulario podría estar enmascarando el deterioro cognitivo y el alzhéimer, con lo que  se retrasaría el diagnóstico precoz de la enfermedad y el inicio de las alternativas terapéuticas.
 El estudio del equipo gallego propone que se tengan en cuenta estas variables en el examen de potenciales pacientes con estas patologías.. Pero suele ocurrir que los que tienen un mayor nivel cultural o ejercitan más el cerebro tienen un mayor grado de protección frente a la enfermedad. Es lo que han observado los investigadores, solo que a estas variables hay que añadir otra similar, pero que tiene una mayor incidencia aún en la reserva cognitiva, la capacidad que tiene el cerebro de compensar la pérdida de sus funciones.