Según ha establecido la investigación liderada por Liana Apostolova de la Universidad de California en Los Angeles la atrofia del hipocampo se podría convertir muy pronto en el patrón consensuado a utilizar por todos los equipos de investigación de la enfermedad de Alzheimer
Se trata del paso final en un meticuloso proceso que ha durado seis años y que ha sido llevado a cabo por un consorcio internacional de científicos. El objetivo era desarrollar un enfoque unificado y fiable que permitiera detectar la fase más temprana de la enfermedad a través de pruebas de neuroimagen estructurales.
El hipocampo es una zona del cerebro que se asocia con la formación de la memoria. Su contracción o atrofia, según lo determinado por un examen de resonancia magnética estructural, es un marcador biológico bien establecido para la enfermedad y es de uso común en entornos clínicos y de investigación para el diagnóstico de la enfermedad y para controlar su progresión.
Utilizando muestras cerebrales de enfermos de alzhéimer fallecidos, el grupo de Los Angeles ha confirmado que la atrofia del hipocampo , medida mediante resonancia magnética (MRI), muestra correlación con los cambios patológicos que caracterizan la enfermedad; como son el desarrollo progresivo de placas amiloides y de ovillos neurofibrilares.
Hasta ahora, la eficacia de la MRI estructural en el alzhéimer ha estado limitada por la diversidad de métodos utilizados para identificar y medir el volumen del hipocampo, lo que en ocasiones había llevado a diferencias de más del 50% en la evaluación de este parámetro en una misma muestra. Además, ningún estudio previo había verificado si la reducción de volumen es realmente consecuencia de la pérdida de tejido.
Este nuevo Protocolo Armonizado de Segmentación Hipocampal ha sido ensayado en diferentes especímenes cerebrales en resonancias magnéticas de 7 Teslas en los que se demostró correlación entre la reducción de volumen del hipocampo y la pérdida de neuronas.
Aunque la técnica se puede utilizar inmediatamente en entornos de investigación, como los ensayos clínicos, el siguiente paso, según señala Apostolova, será utilizar el protocolo estandarizado para validar técnicas automatizadas disponibles para medir el hipocampo por lo que el enfoque podría utilizarse más ampliamente, incluso para el diagnóstico de la enfermedad en la consulta del médico y otros centros de atención de pacientes.
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